Epoca musulmana.
Tras la conquista musulmana del 711, y siguiendo con la tónica anterior, la primera etapa de dominio musulmán constituye un periodo sobre el que tenemos escasas referencias de Valencia (Balansiya en las fuentes árabes). Una de ellas nos habla de la destrucción de la ciudad por Abd al-Rahman I —primer emir de Córdoba—, pero probablemente el hecho más relevante de la etapa emiral sea la presencia de Abd allah al-Balansi, hijo de aquel, quien ejerció una especie de gobierno autónomo sobre el área valenciana, y ordenó construir en las afueras de la ciudad un lujoso palacio, la Russafa, origen del actual barrio del mismo nombre. Más allá de los hechos políticos, lo verdaderamente trascendente es la entrada de la ciudad dentro de la órbita del Islam que, en poco tiempo, cambió la lengua, la religión y las costumbres de sus habitantes.
Muralla musulmana del siglo XI que se levanta junto a la plaza del Angel
Muralla musulmana del siglo XI que se levanta junto a la plaza del Angel
En época califal, Balansiya inició el camino de la recuperación urbana mediante la construcción de un primer perímetro de huerta en el actual barrio del Carmen y la remodelación de la antigua área episcopal visigoda ––en el entorno de la catedral–– para convertirlo en un zoco vinculado a la residencia del gobernador.
El verdadero auge de la ciudad comenzó tras la caída del califato de Córdoba, en el 1010, que dio inicio a la aparición de toda una serie de reinos autónomos o de taifas, uno de ellos el de Valencia. La ciudad creció, y en tiempos del Rey Abd al-Aziz se edificó una nueva muralla, de la cual todavía se conservan restos en el barrio del Carmen. Numerosos hallazgos arqueológicos testimonian la importancia alcanzada por la ciudad en este momento.
A finales del siglo XI, aprovechando el clima de inestabilidad política, el Cid se hizo con el control de Valencia, la cual permaneció en manos de las tropas cristianas hasta el 1102. A su marcha, los almorávides ocuparon la ciudad y reinstauraron el culto musulmán, dejando un gobernador a su cargo.
La decadencia del poder almorávide coincidió con el ascenso de una nueva dinastía norteafricana, los almohades, que gobernaron la península a partir del 1145. Su entrada en Valencia, sin embargo, se vio frenada por Ibn Mardanis, el Rey Lobo, monarca de Valencia y Murcia, pero finalmente la ciudad cayó en manos de los norteafricanos en 1171.
En las primeras décadas del siglo XIII la ciudad se refortificó ante la inminencia del avance aragonés. Las fuentes cristianas la describen como una urbe populosa y rodeada por una fértil huerta.
Con la conquista de Valencia por Jaime I en 1238 se puso fin a cinco siglos de cultura musulmana, pero ésta dejó una sólida impronta en la ciudad y en el territorio valenciano.
1 comentario:
A mí me interesa también otro aspecto de la época musulmana, la referente a la desecación de una de las ramificaciones del Turia, que hacían que la ciudad se encontrara protegida por el río.
A ver si alguien pone una entradita de eso la próxima vez :D
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